¿Qué tal un aperitivo antes de dormir?

Quien diga que no acostumbra comer algo antes de ir a dormir, o mientras trabaja en alguna cosa, como un informe, una tesis, un articulo, etc, debe ser un espécimen humano en extinción. Las nuevas demandas en el trabajo o en el estudio, nos hacen trabajar en horarios que en otras vidas sería una locura. Pero bueno, no voy a contar aquí cosas que ustedes ya saben. Pero siempre es bueno leer algo por un especialista.

Les dejo con una parte de un artículo que habla sobre el tema, al final podrán encontrar un enlace para poder leer el artículo entero si les interesa.


¿Es malo comer de noche?
Pepe Recoba

Existe entre nosotros la vieja idea de que comer de noche nos hace engordar porque luego no quemamos calorías, sin embargo, este concepto no tiene mucho de cierto ya que omite detalles importantes de nutrición básica, fisiología digestiva, endocrinológica y metabólica. En pocas palabras, ignora por completo el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo.

En principio, una caloría cumple la misma función a cualquier hora del día, es decir, determina una cantidad de calor o energía luego de ser asimilada por nuestro cuerpo para que las células mantengan sus funciones básicas. Si bien durante la noche descansamos a través del sueño, nuestro cuerpo no deja de funcionar. Mientras dormimos, nuestros órganos siguen trabajando (aunque a un ritmo más lento). Si no tuviéramos calorías, le exigiríamos demasiado para sostener sus funciones. Las consecuencias de eso serían contraproducentes y terminaríamos enfermándonos.

Es por eso que cada tres o cuatro horas nuestro cuerpo siente hambre, de tal manera que el concepto tradicional de las tres comidas al día actualmente se ha reemplazado por el de tres comidas, y entre ellas, dos pequeñas meriendas. Esto nos permitirá sostener todas nuestras funciones corporales tanto de día (las que se ven incrementadas por nuestra actividad física y mental propias del trabajo y movimiento) como de noche, en donde el gasto de calorías es menor porque sólo descansamos.

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Cuida tu salub por Pepe Recoba

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Paranoias