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19 de setembro de 2013

Hablando con el bebé - El famoso AGU AGU





Con cuantos años ya iniciando cursos de español para brasileños, y sigo viendo que nunca una clase es igual a la otra, por esa parte, nosotros lo profesores tenemos garantizada la adrenalina que cada clase nos provoca. 

No hay una regla de como los alumnos van a responder a una actividad, ni que es lo que va a surgir a partir de ella, pero lo que siempre tenemos que interesarnos es en dejar claro, siempre claro, la utilidad de cada una de las observaciones que se hacen durante la clase. Es sabido que la necesidad crea la motivación, pero también el saber la utilidad de determinados temas también motiva al alumno a dedicarle un tiempo en casa.

En estas circunstancias, es difícil para cualquier profesor prepararse 100% para una clase determinada, pero lo que sí tiene que hacer es preparse para motivar a sus alumnos, a mostrarle lo que será más útil cuando usen el idioma, a ser sinceros con ciertas detalles del idioma que a veces hasta tenemos verguenza de contar, como el uso casi permanente del pretérito indefinido en situaciones que deberían ser usados otros tipos de pretéritos. Esto sucede con muchos hispanohablantes, sucedía conmigo también, pero ahora que dicto clases ya tengo más cuidado al usar los tiempos, lo que me sugiere que exigirles en un primer instante que aprendan todos los pretéritos es como alejarlos un poco de la belleza del idioma, de sus defectos, de sus características, de sus atajos, de sus trampas. 

A mi parecer, en cualquier curso de español debe enfatizarse el USO DEL ESPAÑOL como una herramienta para comunicarnos, para trasmitir un mensaje, un sentimiento, una necesidad, claro está, que esto tiene que ser inicialmente, y después con el tiempo y poco a poco, entrar en los detalles importante del idioma culto, correcto y exacto. Si nos ponemos a pensar y recordamos nuestra infancia, podemos considerar que nuestros primeros profesores del idioma ni siempre eran los hablantes más correctos. Ya vieron aquellas padres que hablan con sus hijos de una forma que nosotros adultos a veces no entendemos bien, con aquellos ruidos y gemidos que me imagino deben confundir al bebé también (el famoso AGU AGU). Bueno, si usamos la lógica, debemos concluir que a más tiempo nuestros familiares nos hablen de esa forma extraña, con esos sonidos y caras raras, más tiempo vamos a demorarnos en aprender el idioma. Felizmente en algún momento nuestros modelos del idioma mejoran bastante cuando nos encontramos con un familiar que no quiere hacer esos ruidos y sonidos raros y se dirije a un bebé como si fuera un adulto, y también cuando crecemos y tenemos que ir para la escuela, en este momento aparecen variados modelos, como de los nuevos amigos, de los profesores, de las personas que nos cuidan dentro de la escuela, de los vendedores (aquí aprendemos a negociar pues la mesada es poca y el hambre mucha). Y así por adelante, nuestro modelos del idioma van diversificando. Y eso nos hace aprender el idioma, nos motiva, pues queremos hablar igual o mejor que los otros, para que nos entiendan, para que podamos comunicar lo que queremos. 

Considerando todo esto, es bueno aprender el idioma poco a poco, usando modelos simples, para después ir mejorando por nuestra cuenta el uso del idioma. Mi sugerencia en este caso para los profesores de español sería, enseñen el idioma de la misma forma que Ustedes aprendieron el suyo, será lo más natural y eficiente. Funciona, creánme. 




Prof. Jô Rojas 
Wasi Cursos Personalizados - WCP 
Idiomas, Física, Matemática e Informática 
Presencial ou via Skype 

Neurociências em Beneficio da Educação
Whatsapp: (19) 9 92021025

Um comentário:

bebe poliglota disse...

Te doy toda la razón porque conocer más idiomas nos ayuda a enriquecer nuestro lenguaje así como desarrollo mental y psicológico, excelente post